Hoy en día hay infinidad de diseños
de espejos de baño, con o sin luces, de mesa, con armario integrado,
minimalistas, rústicos, etc., por lo que no todos ofrecen las mismas
prestaciones.
Por ejemplo, los espejos que incluyen
un armario resultan muy prácticos para ganar un poco de espacio de almacenaje,
y no obstaculizan el paso. Sin embargo, hay que tener en cuenta que pueden ser
un poco voluminosos, por lo que no es recomendable instalarlos donde haya
puertas batientes cerca.
Como los demás elementos del baño, el
espejo también es una decisión personal, que va acorde con los gustos de cada
uno. No obstante, este post lo queremos dedicar a hablar de un tipo de espejo
que va bien con una gran variedad de estilos: los espejos retroiluminados.
Por un lado, en el mercado se pueden
encontrar varias opciones de espejos con luz integrada, pero un espejo
retroiluminado con LED es ideal si lo que quieres es una luz de
ambiente agradable y que se expanda homogéneamente.
Además, están disponibles en diferentes
tamaños, formas geométricas y funcionalidades. Los hay con sensores
táctiles, para regular la intensidad, y placa antivaho
integrada. El hecho de disponer de sensores de movimiento es muy práctico, ya
que evita dejar huellas en el cristal.
Por otro lado, en esta clase de
espejos, las luces se integran en la parte trasera, de modo que no quedan
bombillas a la vista, ni cables o enchufes.
Debido a su diseño minimalista y un
tanto futurista, son una opción muy acertada para decoraciones modernas, pero
no hay ningún manual que estipule con qué baños casan mejor. En cualquier caso,
un espejo retroiluminado aportará elegancia y practicidad a tu
baño.
¿Habías oído hablar de esta clase de espejos?
¿Te parecen una opción funcional? Cuéntanos tu opinión al respecto, y si te
estás planteando instalar uno, ¡estaremos encantados de asesorarte!