La grifería es uno de los elementos más visibles y usados en
cualquier baño y mantenerla en perfectas condiciones no solo mejora la estética
de tu espacio, sino que también prolonga la vida útil de tus accesorios. Si
quieres que tus grifos luzcan siempre como nuevos, aquí tienes cinco consejos
prácticos para mantener tu grifería impoluta y brillante.
1. Limpia regularmente con productos suaves
Utiliza un paño suave y productos de limpieza no abrasivos para
evitar rayar la superficie. Los limpiadores específicos para acero inoxidable o
cromo son ideales, ya que están formulados para eliminar manchas sin dañar el
acabado. Recuerda evitar limpiadores que contengan ácido o cloro, ya que pueden
deteriorar el recubrimiento.
2. Seca después de cada uso
El agua dura y los residuos de jabón pueden dejar manchas y
depósitos minerales en la grifería. Para prevenir esto, seca el grifo con un
paño seco después de cada uso. Esto ayudará a evitar la acumulación de manchas
de agua y conservará el brillo de tus accesorios. Además, un secado rápido
impide la formación de corrosión y manchas difíciles de eliminar.
3. Elimina los depósitos de cal con soluciones caseras
Puedes eliminar estos depósitos con soluciones caseras efectivas.
Mezcla partes iguales de vinagre blanco y agua, aplica la solución sobre las
áreas afectadas, y déjala actuar durante unos 15-20 minutos. Luego, frota
suavemente con un cepillo de cerdas suaves y enjuaga bien.
4. Revisa y mantén los componentes de la grifería
Revisa regularmente los componentes internos, como los cartuchos y
las juntas, para asegurarte de que no haya fugas o acumulación de residuos.
5. Protege contra el agua dura con un descalcificador
Considera instalar un descalcificador o un filtro de agua. Estos
dispositivos reducen la cantidad de minerales en el agua, lo que puede prevenir
la acumulación de depósitos y mantener tu grifería en óptimas condiciones
durante más tiempo.
¡Incorpora estos hábitos en tu rutina y disfruta de una grifería
brillante y como nueva durante años!