La iluminación natural puede cambiar por completo la
percepción de un baño. Aporta amplitud, confort y bienestar, además de ayudar a
reducir el consumo energético. Saber cómo aprovecharla correctamente es clave
para crear un espacio luminoso, equilibrado y funcional. Aquí te damos algunas
ideas para hacerlo:
1) Distribución del espacio.
La ubicación de los elementos principales influye directamente en cómo se
reparte la luz. Si tu baño tiene ventana, sitúa el lavabo o la ducha cerca para
aprovechar mejor la claridad. En baños nuevos, se recomienda orientar las
ventanas hacia el este o el norte, donde la luz es más suave y constante.
2) Espejos estratégicos.
Los espejos ayudan a multiplicar la luz natural. Un espejo grande o colocado
frente a la ventana amplía la sensación de espacio y luminosidad. Los modelos
retroiluminados o sin marco aportan modernidad sin romper la armonía del
conjunto.
3) Colores y materiales claros.
Las superficies en tonos blancos, beige o piedra clara reflejan mejor la luz
natural. Opta por acabados satinados o brillantes y materiales como la cerámica
esmaltada o el microcemento liso. Los metales cromados y los detalles en acero
inoxidable también ayudan a potenciar la claridad.
4) Mamparas transparentes.
Las mamparas de vidrio claro permiten que la luz fluya sin obstáculos. Si
prefieres más privacidad, elige vidrio al ácido o translúcido: mantiene la
luminosidad sin perder intimidad.
5) Luz artificial que acompaña.
Aunque la luz natural sea la protagonista, una iluminación artificial bien
planificada es esencial. Combina una luz general cálida con puntos de luz
funcionales, especialmente en la zona del espejo.
Con estas claves, tu baño ganará luminosidad,
amplitud y confort.
En Baño Decoración encontrarás materiales, espejos y mamparas diseñados para
aprovechar al máximo la luz natural y crear un baño tan funcional como
estético.
