Las personas con movilidad reducida necesitan que
sus casas cumplan unos mínimos requisitos de accesibilidad. En este sentido,
los baños de personas con movilidad reducida, como discapacitados, ancianos..., constituyen una solución idónea. Si vives con alguien que necesite especial atención, debes
considerar que acudir al cuarto de baño forma parte de su actividad rutinaria.
Evitar caídas y lesiones en el baño puede pasar por emprender algunas reformas.
Por lo tanto, la calidad de vida de todos los que viven en la casa mejorará con
esta adaptación del cuarto de baño. A continuación, te proponemos siete
recomendaciones para poner en práctica:
1. Cambia la bañera por un plato de ducha. Es más cómoda, práctica y
segura.
2. Te vendrá bien una puerta corredera u otra que abra siempre hacia afuera.
Resulta vital y crucial para atenderla que, en caso de caída, la persona con
movilidad reducida no obstaculice la entrada en el cuarto de baño o en la ducha.
3. El suelo debe estar fabricado con materiales antideslizantes y superficies
rugosas, de cara a evitar peligrosos resbalones.
4. Te conviene no escatimar espacio en el cuarto de baño. Las personas de
movilidad reducida necesitan desplazarse libremente, sin riesgo de tropiezos.
Por ejemplo, se requiere espacio suficiente para que una silla de ruedas pueda
girarse hasta 360 grados.
5. Los grifos han de funcionar con sistema de presión o palanca. Se trata de
evitar forzar la muñeca para usarlos.
6. Los accesorios no deben instalarse a una altura elevada, ya que complican su
utilización. Además, se muestran perfectamente compatibles con una decoración
de baños moderna.
7. Las barras de apoyo, por último, harán más fáciles los desplazamientos por
el baño y el acceso a aparatos como el inodoro.
En definitiva, se trata de consejos útiles para que las personas de movilidad
reducida usen el cuarto de baño sin ningún tipo de problemas.