El cuarto de baño no se caracteriza por ser el espacio más amplio de la casa. Por eso, es necesario aprovechar el sitio disponible. Más allá de los metros cuadrados, es posible ahorrar espacio para que muebles y objetos quepan. Conviene, pues, tener en cuenta algunos trucos. 

Primeramente, ganar más metros pasa por sustituir la bañera por un plato de ducha, hasta instalar puertas correderas, tanto en el acceso a este plato de ducha como en el del mismo cuarto de baño. 

Si tenemos instalada en nuestro baño una caldera de gas, una caldera mixta con acumulador que cuenta con un tubo para expulsar los gases, debemos elegir aquel cuyo diseño nos permita optimizar el espacio. En la actualidad, podemos encontrar modelos eficientes, funcionales y de fácil encaje en espacios mínimos. 

El aprovechamiento del espacio estará relacionado con una disposición funcional de los elementos del baño. Las paredes, por lo tanto, se convierten en recursos que pueden albergar baldas, toalleros, ganchos y demás dispositivos de almacenaje. Incluso en distintos niveles. De hecho, una solución para ahorrar espacio puede consistir en instalar inodoros suspendidos. 

Los armarios empotrados, por su parte, también constituyen estructuras muy útiles para guardar todo tipo de complementos. Ningún cajón ha de ser desaprovechado, ya que con ellos evitamos que se apilen enseres, de manera que la sensación de espacio se agranda. Por otro lado, un armario de estructura tubular permite la utilización de espacios laterales a los que, anteriormente, se sacaba poco partido. 

El mueble del lavabo también supone un recurso práctico para guardar todo tipo de objetos de aseo. Aparte de llenar los compartimentos de la parte inferior, la superior puede emplearse con imaginación. Por ejemplo, mediante la preparación del interior del espejo como un espacio de almacenamiento. 

En definitiva, vale la pena prestar atención a la distribución de muebles y elementos del baño para conseguir óptimos resultados.