¿Cómo acondicionar un baño para personas con movilidad reducida?

En la actualidad, desafortunadamente, muchas personas sufren ciertos tipos de discapacidad que les impiden realizar acciones de mayor o menor importancia en su vida cotidiana. Es por ello que deben contemplar la opción de tener sus hogares adaptados a esta nueva etapa. El objetivo, por tanto, es facilitar el acceso lo máximo posible a cada dependencia de la vivienda. Por ejemplo, poniendo rampas en el exterior, usar más regularmente los ascensores, adaptar las puertas de acceso a las diferentes habitaciones de la casa, etc.

 

El baño es también una zona de uso común y diario, por ello es importante que esté bien adaptado a las necesidades de cada usuario con cierta discapacidad física. Tiene que ser un espacio funcional y accesible, por ello vamos a describir algunas de sus características:

 

Deben aprovechar el máximo espacio disponible: La silla de ruedas ha de poder maniobrar lo suficiente. Esto implica áreas abiertas y libres de obstáculos para permitir el movimiento fácil.

Se pueden instalar barras de apoyo: Estratégicamente ubicadas en las paredes para brindar estabilidad al usuario al levantarse, sentarse o moverse dentro del baño.

Los inodoros deben ser más accesibles: Deben estar a una altura adecuada para facilitar la transferencia desde una silla de ruedas. Pueden tener barras de apoyo a los lados.

Los lavabos a baja altura permiten que una persona sentada pueda usarlos cómodamente. También pueden tener espacio debajo para que una silla de ruedas pueda acercarse.

Las duchas deben contar con el espacio suficiente para ingresar con una silla de ducha y barras de apoyo. A menudo no tienen barreras físicas para facilitar la entrada.

 

Los accesorios también cuentan. Tales como grifos de fácil agarre y controles simples para la temperatura del agua.

 

También existe la posibilidad de colocar suelos antideslizantes para evitar las caídas, se pueden substituir las bañeras por duchas y asegurar que tanto la puerta de entrada como la puerta de la ducha sea lo suficientemente accesible.

 

En definitiva, la clave es personalizar el baño según las necesidades específicas de la persona con movilidad reducida. Siempre es recomendable buscar la asesoría de profesionales especializados en accesibilidad para garantizar las modificaciones adecuadas y cumplir con las normativas y estándares de accesibilidad.

 

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